sábado, 18 de diciembre de 2010

CARTA AL NIÑO JESUS


Querido niño Jesús:

Realmente no sabia como comenzar esta carta, tenemos tanto tiempo desconectados que espero no te hayas olvidado de mí. Soy aquel niño que quería ser astronauta, medico, escritor, científico y presidente, todo al mismo tiempo ¿Me recuerdas? Bueno, ha pasado el tiempo. Pero creo que en el fondo mi corazón no ha cambiado tanto, puede que se haya endurecido un poco, puede que ahora dedique menos tiempo a soñar despierto, que ya no disfrute tanto contando estrellas o imaginando como debe ser el interior de un hormiguero. Pero aún se emociona cuando mira una puesta de sol, todavía se arruga cuando se siente solo, a veces llora cuando no encuentra respuesta.
A diferencia de la época en que te escribía, ahora dispongo de poco tiempo para hacerlo; de hecho me acabo de dar cuenta que ahora miro el reloj. Era más agradable cuando medía el tiempo con las salidas y puestas de sol, y por supuesto con las hermosas noches decembrinas llenas de luces, regalos y las hallacas de mi madre.
Recuerdo que mis cartas eran más específicas, se limitaban a una lista de regalos, y no tenían tantos rodeos y palabrerío diplomático, cosas que me ha contagiado el mundo de los adultos. Trataré de que esta sea igual, dejaré que la escriba el niño que aún vive en mí y mandaré a dormir al adulto cuidadoso, serio (bueno, solo un poco) y responsable (¿yo dije eso?) que se está haciendo cargo de la redacción de la misma y la está convirtiendo en un palabrerío que sé que ya debe haberte aburrido.
Bueno……..esta es mi lista:
1) Deseo que protejas y escuches a cada niño del planeta, sin distinción de raza, credo o condición social. Que ninguno de sus ruegos deje de recibir respuesta, especialmente cuando pidan tu ayuda en momentos desagradables. Que el pan nunca les falte, que siempre tengan un techo que les proteja de la intemperie y alguien que les dé un abrazo, un beso y les lea algo antes de irse a la cama. Que ninguno tenga que acostarse en el suelo; que no tengan que refugiarse de las bombas que los adultos lanzan sobre su ciudad por razones que ni tú entiendes; que nunca tengan que esconderse de nadie; que nunca dejen de sonreír; que nunca dejen de creer y confiar en ti.
2) Deseo que desaparezcan las multinacionales que matan a nuestra madre tierra, esclavizan a nuestros niños y fabrican productos adictivos diseñados especialmente para enfermar. Para luego vendernos sus “curas”, vacunas y demás productos que ofrecen un alivio a las mismas desavenencias que ellos crean. Que todos sus presidentes y gerentes vuelvan a ser niños, estoy seguro de que dejarán de matar por dinero, y volverán a amar el hogar que tú les creaste.
3) Deseo que desaparezca el consumismo sin sentido que ha convertido la navidad en un gran negocio. Donde todos corren como locos a gastar dinero en cosas que no necesitan, a regalar cosas que solo generan más basura para nuestra amada tierra. Donde nadie se acuerda del hambriento, del que no tiene casa, del que no puede ni quiere escribirte por que se cansó de nunca recibir respuesta. Donde en vez de querer compartir, queremos deslumbrar.
4) Deseo que desaparezcan las escuelas, donde no se enseña a pensar sino a obedecer. Donde se comienzan a seguir reglas sin sentido, donde se comienza a venerar la competencia y se premia por ser mejor que el resto. En su lugar tráenos muchos árboles de mango, para que nuestros niños sean guiados bajo su sombra en un aprendizaje sin competencia mal sana, sin calificaciones que etiquetan y comiendo al aire libre de ese rico fruto, mientras le dan forma a las nubes tendidos en la grama mirando al cielo azul.
5) Por favor llévate a otro planeta a los políticos, dirigentes de turno, gerentes de telemercadeo, empresarios corporativos, líderes religiosos, moralistas, discriminadores, racistas, violadores, explotadores y demás seres que perdieron la magia y la honestidad de la niñez. O mejor aún, dales una oportunidad de volver a ser niños y hazlos inmunes al vicioso, corrupto y egocéntrico mundo que hemos creado los adultos.
6) Recuérdanos quienes somos realmente, cada vez que nos veas con el ceño fruncido, de mal humor, peleando con los vecinos o trabajando mucho. Así dejaremos de mirar el reloj, sonreiremos más y te escribiremos más seguido.
7) Recuérdanos cómo perdonar, como dejar el pasado atrás y vivir en el presente como cuando éramos chicos, y todo nos parecía un milagro repleto de colores, magia y posibilidades infinitas.
8) Ayúdanos a recordar que no estamos solos, y que este "mundo loco patas arriba " ha sido creado por nosotros mismos, desde el día en que dejamos de jugar y comenzamos a pelear por sobrevivir.
9) Perdónanos cada vez que te ofendemos permitiendo que miles de niños sufran y pasen hambre, mientras pegamos la nariz de una vitrina, preocupándonos solo por nuestros asuntos y no haciendo nada por el projimo.
10) Por favor respóndenos esta carta y fírmala, para que los que dejaron de creer, perdieron la fe en tí, o simplemente olvidaron que una vez fueron niños comprueben con su juicio de adultos que no nos has olvidado. Tal vez así comiencen a poner su granito de arena para que todas estas peticiones comiencen a hacerse parte de nuestra realidad común desde ya.

Me despido, no sin antes agradecerte por permitirme escribirte estas líneas. El niño que una vez fuí acaba de sonreír de nuevo. Creo que al fin me ha perdonado!!!!!!!!!!!!

Por Elvis Canino

jueves, 9 de diciembre de 2010

¿CUANDO FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE ALGUIEN TE DIJO “TE AMO”?


“La infancia muestra al hombre, como la mañana muestra el día.”

(John Milton)


¿Recuerdas qué se siente cuando alguien te abraza, te toma de las manos o simplemente te ve a los ojos y te dice “Te amo”? ¿Recuerdas lo hermoso que es que esas palabras salgan de alguien a quien amas o admiras? El cosquilleo en el estómago, las ganas de seguir viviendo, la sensación de ser querido, de importarle a alguien, de ver todo con la gracia que adquieren las cosas sencillas cuando se ama y se es amado. Visualiza la situación y estoy seguro que sentirás paz, alegría, tu visualización será grata….puedo dar fe de eso.

Por otra parte ¿Recuerdas la última vez que alguien te gritó? ¿Te recuerdas sintiendo terror e impotencia en alguna situación? ¿Alguna vez alguien se ha reído de ti sin que puedas defenderte? ¿Te han golpeado (en tu vida adulta) sin que puedas hacer algo al respecto? (Espero que no) ¿Alguna vez alguien a quien amas te ha hecho daño? ¿Sabes lo que se siente en un momento así? Si lo visualizas….¿Qué sientes?.....¿Impotencia? ¿Rabia? ¿Dolor? ¿Un sentimiento de traición? ¿Odio mezclado con sumisión?.....estoy seguro de que la visualización no va a ser nada grata.

Ambas visualizaciones describen, cada una por su lado, la situación emocional de un niño que es muy amado y de un niño que es maltratado bien sea física, psicológica o moralmente por sus padres y demás adultos allegados a su entorno. En ambas situaciones las personas que infligen el abrazo y el castigo son personas a quienes se les ama y admira. En el primer caso las caricias y palabras recibidas alimentan y multiplican el amor y la admiración por ese superhéroe o semidios llamado papi, mami o el familiar de donde provengan; mientras que en el segundo lo que crece es la sumisión y el mal llamado “respeto”, acompañado de un dolor profundo y un resentimiento disfrazado de mil emociones, preguntando una y otra vez como un eco en el vacío “¿por qué me hace daño?” “¿será que me lo merezco?” “entonces ¿le amo o le odio?”

Los recuerdos de nuestra primera infancia nos acompañarán de por vida, bien sea consciente o inconscientemente. De ellos dependerá nuestra de forma de reaccionar ante diversas circunstancias, nuestra forma de pensar, de socializar, nuestro carácter y hasta nuestra salud mental y física. Esto no quiere decir que sea limitativo de por vida, ya que el ser humano tiene libre albedrío y puede cambiar lo que sea cuando sea, si se lo propone. Pero está más que comprobado que esta primera etapa de nuestra vida es crucial; yo diría que es algo así como nuestro software básico. A lo largo de los años, reinsertaremos y desecharemos programas nuevos y viejos, pero siempre sobre nuestro programa básico.

Tus hijos van haciendo su programa básico desde que están en el vientre. Por eso es tan importante el bienestar emocional y la tranquilidad de la madre embarazada y de su entorno. El bebé en su vida intrauterina ya está como una esponjita, absorbiendo todo lo que a través de su madre siente y escucha. Al nacer comienza a observar, escuchar, identificar, asociar e interactuar con su entorno, y la parte de su entorno que más influencia tiene sobre ellos eres tú. No solamente contribuyes a su programación básica con lo que les haces o les dejas de hacer, sino que también tu conducta, tus palabras y tus reacciones son observadas, sentidas y copiadas en su totalidad. Ellos andan observando todo y basándose en eso para ir a su vez creando su realidad. Incluso aquello que sientes y no expresas es perfectamente percibido por estos pequeños super observadores.

Basándote en esto y tomando como referencia las dos visualizaciones que te sugerí al inicio de este artículo, ¿Cuál te gustaría que sea la programación básica y el tipo de recuerdos que tengan tus hijos o los niños que estén creciendo en tu entorno? Si te quedas con la primera opción (espero que sea esa la de tu agrado) ¿Qué estás esperando? Sal corriendo ya…..agarra a esa criatura, abrázala, amapúchala (como decimos en mi país), mírale a los ojos y exprésale con toda tu alma: “Te amo”………y por favor……que ese sea tu eco…….


Por Elvis Canino

jueves, 18 de noviembre de 2010

Las Fórmulas Mágicas!



Vivimos, sobre todo quienes estamos del lado occidental del planeta, en un mundo acelerado, competitivo e impaciente. Acostumbrados a la practicidad y a las soluciones inmediatas. 

Si estamos descontentos con nuestro físico, acudimos al cirujano para que nos corrija todo de inmediato con el bisturí. 

Si nos duele algo vamos a que el doctor lo saque o nos mande una "pastillita", en vez de buscar la causa de fondo. 

Si nuestros hijos no encajan con nuestras expectativas los llevamos a un terapeuta o psicólogo y dejamos el “problema” en sus manos esperando una pronta y "milagrosa" solución.

Nuestros hijos son un reflejo de nosotros y de nuestro mundo interno. En ellos proyectamos todo: nuestros temores, manías, conductas neuróticas, estados de ansiedad, tristeza, alegría, paz mental... ¡todo!. 

Cuando la gente me pregunta cosas como: "¿Qué le doy a ese muchacho para que se calme y deje de destruir todo?".
Les respondo: “¡Cálmate tú!”.

A los adultos nos disgusta que se nos ponga un espejo al frente, es por eso que como padres nos molesta tanto que los niños "se nos salgan del molde”. 

Dejamos de verlos como lo que son: niños, y pasamos a verlos como enemigos, tiranos, manipuladores y pequeños demonios por el simple hecho de comportarse como corresponde a su edad. 

Aunado a esto, los “expertos” nos dicen que dicha conducta es una muestra de desadaptación, etiquetan al niño como hiperactivo, y lo medican o nos recomiendan llevarlo a terapia. 

¿Para qué? Para que resolvamos rápidamente nuestro “problema”. 

¿Cómo? Con la pastilla, las gotas o las técnicas conductistas que el “experto” nos asegure son de efecto inmediato.

La realidad es que nuestros hijos son la mejor oportunidad que tenemos para conocernos a nosotros mismos y aceptarnos como seres imperfectos que tienen derecho a equivocarse y a fracasar de vez en cuando. 

Dejemos de exigir tanta seriedad, pulcritud, orden, inteligencia numérica y disciplina a nuestros hijos y aprendamos a dejarlos SER lo que son: niños.

En vez de pretender que controlen esfínteres temprano, vayan al kinder temprano, hablen perfectamente (Y si es posible en más de un idioma) temprano, hagan su cama temprano, duerman solos en su habitación temprano… En pocas palabras: que dejen de ser niños temprano. 

Aprendamos más bien a desacelerar nuestro reloj y a dejar que la naturaleza haga las cosas según su propio y perfecto cronograma.

Dejemos de exigir tanto “éxito” y enseñemos que fracasar también se vale. De hecho es la mejor manera de aprender. 

Dejemos de exigir tanta pulcritud y orden y aceptemos que un poco de desorden es válido y nos hace humanos. 

Dejemos de exigir tanta autonomía. Un poco de protección y ayuda no mata a nadie. 

Dejemos de buscar tanto el ser "padres perfectos" y aprendamos a disfrutar a nuestros hijos con sus defectos y virtudes.

¿Y los “expertos"? 

Pues dejemos de ofrecer tantas fórmulas mágicas, con soluciones inmediatas.

La vida es para vivirla. ¡No para pasarle de lado!


Por Elvis Canino

domingo, 24 de octubre de 2010

TU VERDADERO MUNDO


“En tu tierra – dijo el principito – los hombres cultivan cinco mil rosas en el mismo jardín…y no encuentran lo que buscan…” (Antoine de Saint-Exupéry)

Los niños ven el mundo a través del cristal de la pureza, de la curiosidad, del amor. Quieren tocar todo, oler todo, preguntar todo, imaginar que hay dentro o detrás de todo, en pocas palabras aprovechan y disfrutan cada instante de sus vidas. Viven el presente, no se preocupan por el mañana y mucho menos por el pasado. Su mirada es transparente, sincera y te puede hacer sentir que quien te está mirando es Dios. Dicen simplemente lo que sienten, y no están midiendo sus palabras, a menos que tu disciplina para con ellos los obligue a hacerlo. Y es justamente allí cuando comienzan a perder la pureza de la infancia.
El mismo día que comenzamos a repetirles: “No digas eso” “Compórtate” “Cierra las piernas” “No te caigas” “No te ensucies” “Hazle caso a tus tíos” “Cuando los mayores hablan, los pequeños callan” “Si la maestra dice que así es, así es” “¿Vas a saber más que la maestra?” “Deja la inventadera” “Las hadas no existen, ¿No te parece que estás muy grande para seguir creyendo en esos cuentos?” “¿Hasta cuando me vas a estar inventando historias?” “Compórtate bien en la reunión, no quiero que me avergüences frente a los invitados”
Estas mismas frases con las que tuvimos que crecer, fueron las que nos cerraron la ventana mágica al mundo de la infancia, nuestro verdadero mundo. Hubo una vez en que nosotros también soñamos despiertos todo el día, hablamos con duendecitos, imaginamos a una banda de hombres pequeñitos que tocaban música dentro de la radio, nos detuvimos a observar cómo las hormigas se llevaban pieza por pieza a un grillo muerto, soñamos cómo algún día pisaríamos la luna o nos enteraríamos de nuestra verdadera identidad de superhéroes y descubriríamos nuestros superpoderes extraterrestres, nos encantaba revolcarnos en la grama sin que nos importara que la ropa que llevábamos puesta le había costado un dineral a nuestros padres. Un día fuimos también niños, solo que lo olvidamos para poder ser gente grande.
A pesar de tu adultez, de tu status de gente grande y tus múltiples compromisos serios con otras personas serias, siempre te quedarán momentos para volver a ser niño si así lo deseas. Siempre puedes alejarte un momento, cerrar los ojos y reconciliarte con el niño que vive en ti y que alguna vez tuvo que dejar de jugar y de creer por la constante presión de los grandes para que se enseriara y se volviera uno de ellos.
Siempre puedes encontrar tiempo para ser niño y jugar con niños. Los niños son recelosos con la gente seria; pero cuando llegas a ellos como un niño, abren su mundo para tí sin ningún tipo de prejuicios o etiquetas. Si tienes hijos, es mucho más fácil por que ellos te guiarán y te recordarán las claves para reencontrar el camino a ese mundo mágico, puro y repleto de risas. Te aseguro que cuando comiences a visitar tu verdadero mundo, cada vez querrás permanecer más tiempo en él…….se puede seguir siendo gente grande y al mismo tiempo el niño que una vez fuiste y que te obligaron a encerrar bajo llave.
Encontrarte con tu niño interno es encontrarte con tu verdadero yo, los demás niños siempre te reconocerán y te darán la bienvenida por que no verán el cuerpo de gente grande en el que vives ahora……recuerda que ellos siempre ven lo que hay dentro o detrás de las cosas!!!!!!!!

Por Elvis Canino

miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿SERÁ QUE ESTOY LOCO?



A veces me pregunto si estoy loco…….y en caso de estarlo ¿Qué tan loco estoy? Mi locura es una locura incurable, pero sana. ¿Será que estoy loco por pensar distinto al rebaño y preguntarme a donde pretenden llevarme los líderes si los sigo? ¿Será que estoy loco por pensar en la poca importancia que tienen los problemas mundanos en relación con la infinita supremacía del cosmos?; ¿Será que estoy loco por pensar en la mucha importancia que tiene nuestra actitud ante el presente y la poca importancia que tiene eso que llaman responsabilidad social o “complacer al mundo”?; ¿Será que estoy loco por pensar en lo hipócrita que es una sociedad que etiqueta y discrimina al que no encaje en sus parámetros, pero se hace la vista gorda con las cosas que “ellos” llaman triviales como la guerra, el hambre y las desigualdades?.

¿Será que estoy loco por que hace bastante tiempo me quité las mascaras que alguna vez me puse para complacer a los demás, empezando por mis padres, maestros, amigos…..en fin, a eso que llamamos el mundo real. ¿Será que estoy loco por que renuncié a un embrutecimiento seguro apagando la tele y el cigarrillo para siempre? ¿Será que estoy loco por haber renunciado para siempre al alcohol y cualquier otra sustancia que perturbara mis sentidos? Eso la sociedad jamás me lo perdonará, pues los reyes de la guerra solo aman a un pueblo que se embrutece, adormece y jamás pregunta a donde lo llevan. ¿Será que estoy loco por ignorar los consejos de los viejos sobre disciplina y adoctrinamiento con golpes y castigos? Eso siempre me hará nadar en sentido contrario a la corriente……bueno, creo que ese siempre ha sido mi estilo después de todo. ¿Será que estoy loco por renunciar a la necesidad de aprobación con la que crecí, y no esperar más ser agradable para nadie, no dar importancia a los premios y mucho menos a los castigos?…..Que gran alivio es vivir así.

¿Qué si hay algo que si me importe?, Pues si……de hecho nunca me había importado tanto como desde que comencé a abandonar las máscaras…..y es el despertar de mi especie, la reivindicación de la raza humana con el universo. En medio de mi locura he empezado a comprender lo importante que es respetar el momento en que venimos al mundo, a pensar en ese derecho que todos deberíamos tener a nacer con dignidad, a no ser traídos al mundo con trauma y sufrimiento. A saber desde nuestra primera respiración que somos amados, que merecemos estar aquí, que somos bienvenidos al mundo y que la vida debe seguir siendo así…… una bienvenida constante, una celebración sin fin. Mi locura me ha hecho ver lo importante que es crecer rodeado de amor infinito, durmiendo seguros y a salvo con nuestros padres y no abandonados en una habitación oscura por que la sociedad dice que es lo correcto, siendo aceptados tal cual somos y no por lo que hacemos o dejamos de hacer, y recibiendo abrazos y besos cada vez que lo pidamos y no solo cuando nos comportemos como “ellos” quieren que nos comportemos. Mi locura también me ha revelado lo importante que sería un sistema educativo hecho para desarrollar mis habilidades innatas y enseñarme a pensar como quiera y a ser libre, en vez del sistema alienante y adoctrinante existente en la actualidad, cuya única meta es hacer más gente sumisa que siga la marcha acompasada del rebaño, y jamás……..óigase bien, jamás pregunte a donde son llevados, y mucho menos por qué.

Mi locura me enseñó a respetar mi vida y la de todos los seres que me acompañan en el planeta, a honrar mi cuerpo como la representación de Dios en la tierra y jamás darle nada que lo dañe o envenene, a no desear daño para nadie y comprender que todos somos uno, a tolerar cualquier forma de pensamiento y aceptar que aquí cabemos todos, a amar , a perdonar, a servir……..en fin, amo esta locura……jamás quiero volver a llevar una máscara ni en esta existencia, ni en ninguna otra que el universo me regale………¿Y tú? ¿Desde cuando no te permites estar loco?

Por Elvis canino


miércoles, 8 de septiembre de 2010

NUNCA ES TARDE!!!!!!!!!!


“…..Así se hacen las cosas en mí familia
así me enseñaron a que las hiciera yo……”
(Enrique Bunbury)

Son muchísimas las personas que maltratan de forma inconsciente, bien sea porque así fueron criados ellos y no conocen otra manera; por que los “expertos de la familia” o “vecinos de turno” recomiendan el pescozón a tiempo o porque simplemente no pueden controlar su ira. En cualquiera de estos casos, la excusa para seguir haciéndolo es “No sabía que estaba mal” o “Así se han hecho siempre las cosas en mi familia.” Pues déjenme decirle que esas no son excusas. Siempre se puede cambiar y mejorar.
Tus hijos no tienen culpa ni de cómo fuiste criado, ni del mal día que tuviste ni mucho menos de tus frustraciones. Deberías detenerte y ver la oportunidad que te está dando el universo al tenerlos contigo. No esperes a que se vayan para echarlos de menos o no dejarlos abandonar el nido cuando sean hombres y mujeres y decidan hacer sus vidas. Ahora que están contigo, que necesitan tu protección, que eres la persona que más admiran es cuando debes darles tu amor, cuando debes abrazarlos, cuando debes escucharlos, cuando no debes maltratarlos.
Es totalmente falso que no puedas cambiar algo por que siempre ha sido así. Las personas cambian, de hecho venimos a este mundo a experimentar y a mejorar. No podemos seguir siempre repitiendo patrones por comodidad, se trata de la crianza de tus hijos, se trata de mejorar tú como persona, se trata de tu legado. Cada día debemos tratar de ser mejores, nunca debemos cerrarnos a aprender, debemos escuchar más nuestros instintos y nuestro corazón. Muchas personas que maltratan sienten luego de su ira, un ataque de culpa, en el fondo algo les dice que no estuvo bien lo que hicieron…..¿Sabes lo que es eso? Es la voz de su alma……que les está llamando la atención, pero su ira no los deja escucharla. Si se detuvieran un momento, respiraran profundo, se calmaran y escucharan en el silencio…..sabrían de lo que les estoy hablando.
El hecho de que hasta hoy hayas sido un maltratador, no quiere decir que debas seguir siéndolo toda tu vida. La gente cambia, la gente mejora, la gente crece…..anda, abraza a tus hijos, no vuelvas a usar el cinturón, no vuelvas a gritarles, desbórdate de amor…..tus hijos siempre están dispuestos a perdonarte……ellos son todo amor…..¿por qué no lo intentas?
Nunca es tarde para ser mejores que ayer!!!!!!!!!!

Por Elvis Canino

viernes, 27 de agosto de 2010

Creo...



Creo que vale la pena criar con amor y sin maltrato.

Creo que vale la pena abrazar a nuestros hijos cada vez que nos lo piden

Creo que el tiempo que pasemos junto a ellos vale más que el oro

Creo que su sonrisa es nuestro mejor regalo

Creo que un abrazo hace más que un castigo

Creo que podemos contribuir a la construcción de un mundo mejor

Creo que los niños son nuestra más grande esperanza

Creo que la violencia ya no tiene cabida

Creo que no vale la pena seguir repitiendo viejos patrones

Creo que el amor es el mejor legado que podemos dejar

Creo que debemos ser niños de nuevo urgentemente

Creo que existe un Creador y tiene mirada de niño

Creo que vale la pena cada grano de arena que podamos poner

Creo que tenemos mucho que perder si no lo hacemos

Creo que valdrá la pena

Creo el tiempo me dará la razón

Creo que es la única manera de sobrevivir como especie

Creo que podría estar solo soñando

Creo que no estoy solo en mi sueño…

Por: Elvis Canino

domingo, 15 de agosto de 2010

BUENOS HABITOS PADRES - HIJOS


La mayoría de los adolescentes establecen barreras impenetrables para con sus padres y confían más en su tribu urbana que en la familia donde crecieron, pero donde no sembraron raíces. En vez de resignarnos a esto, deberíamos analizar un poco qué tipo de hábitos teníamos para con ellos en sus primeros años y cuanto tiempo de calidad les dedicábamos.
La mayoría de los padres pasamos mucho tiempo alejados de nuestros niños aunque físicamente estemos siempre a su lado. La televisión, los video juegos, la prensa, el trabajo y la misma diferencia de preferencias por determinadas actividades van creando una brecha comunicacional y afectiva que cada vez se incrementa más y más. Se va creando un abismo tal, que cuando los chicos crecen se convierten en unos perfectos extraños conocidos. Pero pocas veces nos detenemos a buscar actividades que además de ser placenteras y enriquecedoras nos puedan unir más, tanto con los niños como con nuestra pareja. La familia puede aprender junta a ser cada vez mejor, a establecer lazos de corazón indestructibles y a apreciar en unión las cosas sencillas y sabrosas que nos ofrece la vida.
Hay tantas cosas que pueden darle un toque de disfrute y aprendizaje mutuo a esa maravillosa aventura de ser padres. Actividades sencillas y prácticas pero cargadas de disfrute que permiten que la comunicación con tus hijos sea del tipo corazón-corazón.

Por ejemplo:

1) La lectura en familia: ¿Cuántas horas pasan tus hijos frente al televisor? Sería mejor invertir más tiempo en leer juntos, bien sea un cuento, una revista, o cualquier cosa que haga de un rato de lectura una oportunidad de compartir, reír e imaginar juntos. Enséñales que la lectura puede ser amena y agradable, si ven que lo disfrutas, mejor aún. Además si reemplazas tu propio hábito de ver demasiada televisión por el de leer más, te harás un favor, pues en vez de seguir dejando que otros piensen por ti, comenzarás a pensar y cada vez te provocará menos estar hipnotizado frente a su pantalla. Recuerda que somos modelo a imitar por nuestros hijos, no se trata de prohibirles ver televisión, se trata de enseñarles que hay alternativas mejores. Y por supuesto predicar con el ejemplo.

2) Sembrar un árbol: Otra excelente oportunidad de pasar un buen rato con tus hijos, enseñarles a amar la naturaleza y hacerse conscientes de la importancia de cuidar el planeta en que viven. Además estar en contacto con la tierra es excelente terapia para relajarse, eliminar el estrés y para ser niño de nuevo. Para los niños es maravilloso que sus padres se permitan ser niños de nuevo de vez en cuando, y para los adultos es una oportunidad de conectarse con el pequeñín que llevan dentro y apreciar más las cosas sencillas y sabrosas de la vida. Sembrando un árbol con tus hijos sellas una especie de pacto de amor entre ellos, la tierra y tú. Pocas actividades están tan llenas de magia.

3) Jugar en el suelo: ¿Desde cuando no te tiras al suelo a jugar? ¿Ya se te olvidó lo placentero que es? ¿Sabías que no hay nada de malo en ensuciarse o mojarse en un charco? Deja de cuidarte tanto de estas cosas tan placenteras como son ensuciarte en el suelo, saltar sobre un charco o jugar bajo la lluvia. Cuando estés despidiéndote de este mundo, te darás cuenta de que debiste dedicar más tiempo a este tipo de actividades, sobre todo si es en compañía de tus hijos. Además, lo que debes transmitir a tus hijos si lo que deseas para ellos es que sean felices; es la sencillez, el disfrute, y la capacidad de saborear cada momento de la vida, este es el verdadero éxito de la vida: VIVIRLA.

4) Mirar las estrellas: A mi hija le encanta esta actividad; verlas y contarlas. Contemplar el cielo es algo muy hermoso y relajante. Además te enseña a apreciar lo insignificantes que son los problemas humanos en comparación con la magnitud y belleza del universo. Me gusta pensar que la misma fuerza que sostiene todo ese universo girando en perfecta armonía, puede asistirme siempre que crea que tengo un problema. No enseñes a tus hijos a angustiarse, enséñales a confiar en que no están solos, y que su presencia en la tierra tiene un por qué.

5) Contar e inventar historias: Una oportunidad muy provechosa para el desarrollo de la imaginación, y sembrar el hábito de la conversación y la confianza. La mayoría de los adolescentes se niega a conversar con sus padres por que estos no han establecido un verdadero puente de comunicación y confianza para expresarse. Sentarse con los niños a contar historias e incentivarlos a que cuenten e inventen las suyas propias establece un nexo comunicacional que perdurará durante toda la vida y hará que tu relación con ellos siempre sea considerada una relación de amigo y no una relación de autoridad. Además será lo que más recuerden de ti cuando ya no estés.

6) Cuidar una mascota: Es otra oportunidad de enseñarles a amar y cuidar la naturaleza, a ser responsables y a saber que los animales son nuestros hermanos menores y deben ser amados, respetados y protegidos. Un niño que aprende a ser responsable de su mascota, desarrolla de por vida un amor por los seres indefensos que le acompañará toda la vida, y no le permitirá abusar del más débil cuando de adulto se presente la oportunidad. Nuestra mejor herencia: el respeto a la vida.

Como ves hay muchísimas oportunidades para sembrar hábitos positivos y enriquecedores en la relación con nuestros hijos, estos son solo algunos de los hábitos que además de permitirnos compartir con ellos, construyen una especie de puente de corazón a corazón, que les ayudará a ser mejores hombres y mujeres y a a preciar las cosas hermosas y sencillas de la vida, en vez de darle tanta importancia al materialismo vacío que cada vez corroe más nuestras sociedades, destruye nuestro planeta y por supuesto nos condena como especie a una auto extinción segura.

Por: Elvis Canino

sábado, 24 de julio de 2010

COMO NO VAN A SER “HIPERACTIVOS”?????????


Los bombardeamos de azúcar, desde compotas artificiales hasta golosinas (y después queremos que se coman el brócoli); los dejamos en manos de una niñera artificial llamada TV, quien se encarga de bombardearlos de información visual hipnótica (y después nos quejamos porque repiten las conductas aprendidas de dicha niñera); les dedicamos poco o ningún tiempo, ya que nos encontramos demasiado ocupados en nuestros trabajos y en los asuntos de nuestro monótono y materialista mundo adulto (y luego le exigimos que dejen de reclamar atención); les regalamos videojuegos donde asesinar y disparar contra objetivos militares y/o civiles es algo premiado con puntos (y después los reprendemos cuando golpean al compañero de clase); les gritamos, humillamos y a veces hasta golpeamos cuando se portan como no queremos que lo hagan, muchas veces repitiendo las mismas conductas que observan en nosotros; los recompensamos con comida chatarra repleta de azúcar, grasas y carnes de procedencia dudosa (y después no sabemos por qué son obesos o se comportan de forma extraña); les llamamos caprichosos por que demandan nuestros brazos y nuestra atención, pero a la vez no escatimamos en complacerles cualquier capricho material utilizando como excusa que hay que dar a los hijos lo que nosotros no tuvimos; los bombardeamos de actividades extra curriculares por que queremos niños súper preparados para el exigente y corporativo mundo material donde el éxito se mide con la cuenta bancaria, el cargo empresarial o el tamaño el vehículo. Y entonces me pregunto yo……¿Cómo no van a ser "hiperactivos"?

Por Elvis Canino

domingo, 18 de julio de 2010

FELIZ DIA DEL NIÑO


Felicidades a todos los niños en su día......reciban mucho amor, bendiciones y que Papi y mami los traten como Reyes y Reinas (como debe ser siempre).......
Que todos los días sean dias del niño, que siempre reciban abrazos, que siempre sean escuchados, que siempre reciban amor infinito.....
Les ruego perdonen a los adultos por como les estamos entregando el planeta (su casa), pero confío y estoy seguro de que ustedes están acá justamente para enmendar nuestra bestialidad.
Traten bien a los animales, no se aprovechen del más debil y amen la naturaleza.
Por favor.......no hagan lo mismo que nosotros......no escuchen a los viejos.....escuchen la sabiduría infinita que viene guardada dentro de su corazón. Y no vean tanta TV ni jueguen tantos videogames.....son armas que inventamos los adultos para convertirlos en esclavos y no permitirles despertar.......
Amor y bendiciones infinitas.....que nadie les haga daño ni les diga qué hacer!!!!!!!!!!

P.D. Se me olvidaba........nunca se averguencen de ustedes mismos.....y jamás permitan que nadie les haga sentir inferiores ni los convenza de que no pueden hacer algo......a los fracasados les encanta arrastrar a los demás a su agujero negro de mediocridad y quejas!!!!!!!!!

(Elvis Canino)

viernes, 25 de junio de 2010

CRUCIFICADOS POR LA FAMILIA


No puedo mentirles, criar con respeto no es fácil. Sobre todo si tienes que nadar contra la corriente de vez en cuando y pasar por encima de tradiciones y jerarquías familiares, cosa que para algunos se asemeja a un pecado mortal. A veces hay que convertirse en una especie de hereje o de expatriado. Y les escribo esto desde el corazón porque lo he vivido en carne propia.
La mayoría de las familias quieren entrometerse (aunque todos sabemos que no tienen malas intenciones, eso espero) en como una pareja joven va a abordar la paternidad, quieren darte los tips, secretos de padres, recomendaciones y si es posible un manual escrito por ellos, "quien mejor que ellos si te dieron el tamaño que tienes, o por lo menos eso piensan". Y es allí cuando debes tomar la difícil decisión de seguirles la corriente y hacerlo silenciosa y pasivamente de la manera correcta y tradicional con que fueron criados tú, tus hermanos, primos, etc ; o convertirte en un renegado exiliado y en algunos casos extremos (como mi caso) excomulgado por la familia en pleno y etiquetado como malagradecido, mal hijo, mal hombre, mala mujer, y demás calificativos a los que no deberías prestar atención a menos que quieras deprimirte y creer que es cierto, lo que repercutirá en tu autoestima como una explosión nuclear en el centro de una ciudad poblada.
Existen familiares que se oponen o les parece una aberración, por ejemplo, que des frutas y alimentación sana en vez de golosinas a tus hijos, y tratan de sabotearte en secreto. ¿Cómo? Dándole estas golosinas cuando te descuidas, y a veces hasta frente a ti. Entonces reclamas y Zas…….. CRUCIFIQUENLO!!!!!!!
En otros casos, si no destetas antes del período en que la Sociedad empieza a ver la lactancia como una aberración……Zas……..CRUCUFIQUENLA!!!!!!!!!
Si tu bebé tiene más de dos años y usa pañales……..Zas………CRUCIFIQUEN AL PADRE, A LA MADRE Y AL NIÑO!!!!!!!!!!!!
Si les prohíbes que remeden o se rían en tono de burla de las cosas que hace o dice el niño………Zas……..CRUCIFIQUENLO!!!!!!!!!!!
Si decides practicar el colecho………..Zas……….CRUCUFIQUENLOS, PERO ANTES LES DAN UNOS AZOTES POR BLASFEMOS!!!!!!!!!!
Y ni hablar de si los cargas en brazos en vez de dejarlos que caminen y se vayan portando como hombrecitos o mujercitas cuando ni siquiera han entrado a Pre-escolar!!!!!!!!!!!!
En fin……la mayoría de las cosas que considero importantes a la hora de criar hijos seguros de sí mismos, sanos y felices son motivos de crucifixión en la mayoría de nuestras familias y en la sociedad rápida, práctica y corporativa en que vivimos.
Estoy seguro de que ninguna familia hace esto por mal, pero si el precio que debemos pagar por criar a nuestros hijos como creemos que es mejor, es ser juzgados, condenados y crucificados pues en mi caso, repito la proeza de Jesucristo (salvando las diferencias) y muero por mi verdad!!!!!!!!!!!!
(Por Elvis Canino)

viernes, 11 de junio de 2010

NO SE TRATA DE SER PERFECTOS


Tenemos una creencia errada de que ser buenos padres es ser una fuente infinita de paciencia y nunca molestarnos con nuestros hijos. Pero no debes olvidar que eres un ser humano con defectos y virtudes, y es de pocos sabios y gurúes el don de la paciencia infinita. Por supuesto que tenemos derecho a sentir rabia, a tener ganas de dejar la crianza con respeto a un lado por un momento, a poner en duda si lo estamos haciendo bien o mal, a pensar si una nalgada no acabaría con la situación de conflicto que nuestro hijo(a) tiene montada. Tenemos derecho a sentir todo esto, tenemos derecho a dudar, tenemos derecho a ser imperfectos; pero si te detienes un rato a reflexionar sobre esto, ¿No le aguantamos peores cosas a nuestros jefes y/o clientes? ¿Y a nuestras parejas? ¿Le damos un puñetazo a cada persona que nos saca de nuestras casillas en la calle? ¿No son nuestros hijos lo más importante que tenemos?

Una bofetada o una nalgada no resuelve nada, eso es mentira. Puede ser que el niño haya dejado de patalear, o de gritar por respeto, por miedo o por dolor, pero el conflicto queda allí, aún peor pues está mezclado con resentimiento. Tu hijo puede quererte mucho, puede adorarte, admirarte, pero cada golpe que le das lo hace odiarte, muy en el fondo de su alma te odia por cada acción maltratadora aplicada en su contra. Por eso hay tantos ancianos abandonados, por eso muchos hijos se alejan después de adultos lo más que pueden, por eso hay tantos vacíos de amor entre las familias, por eso tantos adultos visitan a sus padres por obligación y no porque les nace.

Nadie es perfecto, tú no debes ser perfecto. Lo que sí debes es amar a tus hijos incondicionalmente, enseñarles con respeto y con ejemplo, y nunca, nunca maltratarlos. No para que te visiten o para que no te lleven a un asilo en tu ancianidad, sino para que sean felices, con sus defectos e imperfecciones pero felices. ¿O acaso no es eso lo que todo padre desea para sus hijos?

Por Elvis Canino

lunes, 7 de junio de 2010

La Raíz de la Violencia en 12 Puntos


1) Cada niño viene al mundo para expandirse, desarrollarse, amar, expresar sus necesidades y sus sentimientos.

2) Para poder desarrollarse, el niño necesita el respeto y la protección de los adultos, tomándolo en serio, amándolo y ayudándolo a orientarse.

3) Cuando explotamos al niño para satisfacer nuestras necesidades de adulto, cuando le pegamos, castigamos, manipulamos, descuidamos, abusamos de él, o lo engañamos, sin que jamás ningún testigo intervenga en su favor, su integridad sufrirá de una herida incurable.

4) La reacción normal del niño a esta herida sería la cólera y el dolor. Pero, en su soledad, la experiencia del dolor le sería insoportable, y la cólera la tiene prohibida. No le queda otro remedio que el de contener sus sentimientos, reprimir el recuerdo del traumatismo e idealizar a sus agresores. Más tarde no le quedará ningún recuerdo de lo que le han hecho.

5) Estos sentimientos de cólera, de impotencia, de desesperación, de nostalgia, de angustia y de dolor, desconectados de su verdadero origen, tratan por todos los medios de expresarse a través de actos destructores, que se dirigirán contra otros (criminalidad, genocidio), o contra sí mismo ( toxicomanía, alcoholismo , prostitución, trastornos psíquicos, suicidio).

6) Cuando nos hacemos padres, utilizamos a menudo a nuestros propios hijos como víctimas propiciatorias: persecución, por otra parte, totalmente legitimada por la sociedad, gozando incluso de un cierto prestigio desde el momento en que se engalana con el título de educación. El drama es que el padre o la madre maltratan a su hijo para no sentir lo que le hicieron a ellos sus propios padres. Así se asienta la raíz de la futura violencia.

7) Para que un niño maltratado no se convierta ni en un criminal, ni en un enfermo mental es necesario que encuentre, al menos una vez en su vida, a alguien que sepa pertinentemente que no es él quien está enfermo, sino las personas que lo rodean. Es únicamente de esta forma que la lucidez o ausencia de lucidez por parte de la sociedad puede ayudar a salvar la vida del niño o contribuir a destruirla. Esta es la responsabilidad de las personas que trabajan en el terreno del auxilio social, terapeutas, enseñantes, psiquiatras, médicos, funcionarios, enfermeros.

8) Hasta ahora, la sociedad ha sostenido a los adultos y acusado a las víctimas. Se ha reconfortado en su ceguera con teorías, que están perfectamente de acuerdo con aquellas de la educación de nuestros abuelos, y que ven en el niño a un ser falso , con malos instintos, mentiroso, que agrede a sus inocentes padres o los desea sexualmente. La verdad es que cada niño tiende a sentirse culpable de la crueldad de sus padres. Y como, a pesar de todo, sigue queriéndolos, los disculpa así de su responsabilidad .

9) Hace solamente unos años, se ha podido comprobar, gracias a nuevos métodos terapeúticos, que las experiencias traumatizantes de la infancia, reprimidas, están inscritas en el organismo y repercuten inconscientemente durante toda la vida de la persona. Por otra parte, los ordenadores que han grabado las reacciones del niño en el vientre de su madre, han demostrado que el bebé siente y aprende desde el principio de su vida la ternura, de la misma manera que puede aprender la crueldad.

10) Con esta manera de ver, cada comportamiento absurdo revela su lógica , hasta ahora ocultada, en el mismo instante en que las experiencias traumatizantes salen a la luz.

11) Una vez conscientes de los traumatismos de la infancia y de sus efectos podremos poner término a la perpetuación de la violencia de generación en generación.

12) Los niños, cuya integridad no ha sido dañada, que han obtenido de sus padres la protección, el respeto y la sinceridad necesaria, se convertirán en adolescentes y adultos inteligentes, sensibles, comprensivos y abiertos. Amarán la vida y no tendrán necesidad de ir en contra de los otros, ni de ellos mismos, menos aún de suicidarse. Utilizarán su fuerza únicamente para defenderse. Protegerán y respetarán naturalmente a los más débiles y por consecuencia a sus propios hijos porque habrán conocido ellos mismos la experiencia de este respeto y protección y será este recuerdo y no el de la crueldad el que estará grabado en ellos.

Por Alice Miller (Psicoanalista)

viernes, 28 de mayo de 2010

NIÑOS “FLORERO”


"...Y cuidado que nos vigila la policía de lo correcto y las buenas costumbres..."

(Enrique Bunbury)


Un niño normal y sano corre, grita, hace pataletas, se queja, pide cosas, lanza cosas, se ensucia, ensucia su entorno, en pocas palabras: ES. 

Entonces, ¿por qué andamos detrás de ellos gritando cosas como: "No corras", "cállate", "deja la malcriadez", "para de quejarte", "deja la pedidera", "no lances eso", "mira como estás de puerco" y un sin fin de expresiones que utilizamos para manifestar nuestro descontento frente a la actividad normal de cualquier infante...

¿Y es que acaso los adultos no vivimos agitados?

Vivimos corriendo, pero al estilo adulto, en el día a día. Bien sea para cumplir con los compromisos, el trabajo, la agenda y para complacer a los demás... Muy especialmente para complacer a los demás. 

Vivimos gritándole al primero que nos saque de nuestras casillas, aunque muchas veces ese grito vaya por dentro (lo que es aún peor).

Vivimos haciendo pataletas de gente grande cada vez que nos disgusta algo, o cuando no logramos convencer a los demás de que piensen como nosotros.

Vivimos quejándonos por quejarnos. La queja por quejarse es un rito muy practicado por la sociedad actual. Basta con leer lo que vive publicando y diciendo la mayoría, en redes sociales como "facebook" por ejemplo, para darse cuenta de ello.

Vivimos lanzando cosas. Pero al estilo adulto: Lanzamos insultos, odio, envidia, comentarios destructivos, sarcasmo. 

Especialmente cuando tenemos miedo por que, eso sí, cómo nos aterra el no ser aceptados.

Y ni hablar de ensuciar el entorno, ¿o es que acaso creemos que por que sacamos la basura en bolsas, ésta se desintegra en el espacio? 

Mientras los niños ensucian apenas una pared o una mesa, los grandes ensuciamos y causamos daños irreversibles al mismo planeta en que ellos crecerán. 

Y encima tenemos la desfachatez de exigirles orden y pulcritud.

La diferencia más grande entre un niño y un adulto es que el niño vive "SIENDO", mientras que el adulto vive "COMPLACIENDO". 

Seguimos complaciendo a nuestros padres  toda la vida, aunque ya no estén presentes. 

¿Y como lo hacemos? Pues complaciendo a la pareja, complaciendo al jefe, complaciendo al vecino, complaciendo al sacerdote, complaciendo al... (¿Vale la pena seguir haciendo la lista?)

¿Desde cuando no te quitas los zapatos y caminas bajo la lluvia, por ejemplo? ¿Desde cuando no ríes por reír?  ¿Desde cuando no bailas en la calle sin importar que te miren raro? ¿Desde cuando no te detienes y simplemente miras al cielo?

Pruebalo, experimentarías tu SER.

Y aun hay más; no conforme con complacer a los demás, enseñamos a nuestros niños a que nos complazcan a nosotros. Bien sea sacando las mejores calificaciones, o portándose bien en casa de la abuela, o comiéndose todo... Ah, y sin derramar nada. Convirtiéndose así en unos niños Florero, que muestren al mundo lo buenos padres que somos. 

Y lo más importante, que no generen ningún comentario negativo por parte de nuestro público. Ese público al que le damos tanto poder y que se siente autorizado para aprobar o desaprobar lo que encaje o no en sus normas, costumbres y etiquetas.

Mi esposa y yo hace bastante tiempo que tomamos nuestra decisión. 

¿Que cual es? 

Sencillo: No queremos niños Florero, queremos niños felices!


Por Elvis Canino


jueves, 6 de mayo de 2010

ESCUCHAR SU MENSAJE SUTIL


Los niños de hoy están atrapados en nuestros prejuicios y en nuestra ignorancia. Los adultos hemos emprendido el camino de la ceguera, hemos dejado de prestar atención a todo lo que el niño intenta decirnos y nos alineamos en el camino “de lo normal”: ir a trabajar, ser exigente con los hijos, dejarlos llorar, no llevarlos en brazos, dejarlos con personas desconocidas, enseñarles a aguantar para que se conviertan en hombres (da igual si son niñas)…. En fin, someterlos a los mismos castigos y desesperanzas que hemos experimentado durante nuestra infancia.
Padres y Maestros actuamos igual, desoyendo y acallando las noticias que los pequeños nos traen del mundo sutil, del mundo del amor, para que, al final, solo haya vencedores y vencidos. Si los niños han aprendido a portarse bien, las personas adultas creemos haber ganado la batalla. Si los niños se comportan cada vez peor, suponemos que ellos han ganado una batalla, pero no la guerra. Por que allí vamos, dispuestos a demostrarles que somos más fuertes, más listos y más poderosos que ellos. Pobres, todos nosotros.
(Por Laura Gutman)

jueves, 22 de abril de 2010

HEY, MAESTRO. ES CONTIGO!!!!!!!!!!


Si eres un educador, eres un ser admirable pues no todo el mundo tiene la vocación, la paciencia y la resistencia para ejercer tu profesión. No todos podríamos tener una responsabilidad como la tuya de recibir el futuro todos los días en un aula y tratar de impartir conocimientos y hacer las bases sobre las que se erigirá la personalidad de alguien que desempeñará algún papel en el futuro de nuestra raza y de nuestro planeta.

Pero justamente por eso, me gustaría recordarte algo que en mi humilde opinión es súper importante para llevar con bien esta difícil profesión que es la de educar niños. Son sencillas sugerencias que salen de mi reflexión y que me gustaría compartir contigo:

1.- Los niños no deben ser etiquetados bajo ningún pretexto, no son “flojos”, “brutos”, “desordenados”, “terribles”, “demonios”, etc. Simplemente son niños. Recuerda que alguna vez tú también lo fuiste.

2.- Los castigos y las humillaciones verbales no enseñan. Lo que enseña es el ejemplo. Así que trata de ser el mejor modelo a imitar.

3.- Sacar buenas o malas calificaciones no hacen a ningún niño mejor o peor que los demás. Las calificaciones son otra forma de etiquetar y podrías frustrar una vida entera sólo con mal calificar a un niño en la etapa en que se está haciendo un concepto de sí mismo.

4.- Recuerda que muchas veces pasan más tiempo contigo que con sus padres, procura que este tiempo sea de calidad. Que haya juegos y que el sentirse feliz y a gusto se convierta en una prioridad.

5.- Cuida bien tu vocabulario. Recuerda que un Maestro también es un modelo.

6.- Ser ordenado no es un requerimiento para ser buena persona. El desorden también se vale. Dejemos de seguir transmitiendo nuestras conductas neuróticas. Alguien debe cortar la cadena.

7.- El castigo no enseña, lo que hace es crear seres “obedientes” y nulos. Si quieres enseñar objetos inanimados, creo que te equivocaste de profesión.

8.- Desobedecer y llevar la contraria no convierte a un niño en “Malo”, más bien es signo de inteligencia. ¿O será que lo que te inquieta es que ese pequeño pueda ser más brillante que tú?

9.- Hablar en clase o distraerse no es señal de mala conducta o pretexto para disciplinar a un niño. Si lo haces, en vez de ayudarle, estás matando su esencia.

10.- Lo más importante, “SON NIÑOS”, no puedes pretender que estén quietos mientras los encierras a escucharte por horas. Los recesos y unas horas semanales de educación física no son suficientes. Los niños están repletos de energía, ellos mismos son energía, son vida. No pretendas tenerlos como un ave en una jaula y obligarlos a cantar como si surcaran el cielo. Particularmente pienso que el mejor salón de clases sería al aire libre, en contacto directo con la naturaleza, y no entre cuatro paredes de concreto.

La lista se extendería hasta no caber en este blog, pero me parece que las recomendaciones referidas ya aliviarían muchos de los sufrimientos a los que tienen que verse expuestos muchos de nuestros niños. La escuela debería ser un lugar divertido; pero al contrario están diseñadas para acostumbrarnos a la vida de “esclavos robots” que la sociedad ya tiene predestinada para cada uno de nosotros. Maestro, creo que tú puedes contribuir mucho al cambio que necesita nuestra humanidad. No hacemos nada con querer salvar el planeta, los animales, el ambiente, si antes no hacemos algo, por pequeño que sea, por salvar a la raza humana. ¿O es que nadie se da cuenta que nuestros hábitos y sistemas nos han condenado a una extinción segura? Los niños son nuestra esperanza, no les crees el mismo infierno que te crearon a tí……….

(Por Elvis Canino)